domingo, 7 de febrero de 2021

UCV, Mitos y leyendas: ¨La monja del laboratorio de fotografía¨


La UCV es la denominada Universidad Central de Venezuela, es una universidad pública de Venezuela ubicada en Caracas. Fue fundada en el año 1721. En consecuencia es la institución de educación superior más antigua del país. Su sede principal, la Ciudad Universitaria de Caracas, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO  en el año 2000. Tiene un espacio de 202,53 hectáreas, en el cual según la historia y sus estudiantes, ha sido y continua siendo lugar de múltiples apariciones.


La monja del laboratorio de fotografía

No hay estudiante de la escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela que no haya escuchado hablar de una monja que se aparece en los laboratorios de fotografía. El profesor Mario Corro nunca la ha visto, pero sí la ha sentido. “Para hacer el revelado de las fotos nosotros tenemos que apagar la luz. Un día estaba trabajando y empecé a sentir un escalofrío angustiante y me tuve que salir. No entré hasta que llegaron los alumnos”.



Cuenta el tutor que cuando la universidad fue inaugurada, el edificio que alberga a las escuelas de Comunicación Social y de Nutrición eran las residencias femeninas, así como la estructura donde funcionan hoy Artes y Estadística eran las masculinas, según el diseño original de Carlos Raúl Villanueva. “El gobierno de Pérez Jiménez le pidió a las hermanas que atendieran las residencias de las mujeres para evitar que los hombres entraran a las habitaciones.


Las monjas solo permitían que las muchachas recibieran a los jóvenes en el lobby para conversar”, desliza Corro. Pero la historia se pone picante, cuando “una de las monjas se enamoró de un bachiller, y este no le hizo caso. Y ella en vez de quitarse los hábitos y hacer su vida normal, se ahorcó por despecho”.


De generación en generación


La historia de esa monja ha pasado de generación en generación, desde hace décadas. Como resultado se les cuenta desde los primeros días a los recién ingresados, y se ratifica con cada inscripción a la materia. El salón de fotografía, lugar oscuro y supuesto escondite del espanto, está ubicado al final de un pasillo, en el extremo de la estructura, solitario, sin ventanas.

Es parte de la historia de la carrera, y por lo tanto tiene impacto incluso en el desempeño académico de los estudiantes.

Pero el espectro no está confinado a un aula. Un vigilante de la escuela afirma haberla visto, y se rumora entre los alumnos que la mujer aparece en las noches en los baños de damas.

Sin duda una escalofriante historia, como muchas otras que conoceremos mas adelante.

INFO/cosmicattitude.com

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