En Caricuao y en Baruta caminantes tienen cerros verdes para el deporte
ANYIMAR COVA LUGO | EL UNIVERSAL
domingo 27 de octubre de 2013 12:00 AM
Un gran cinturón verde rodea a Caricuao, la única parroquia ecológica del país. En uno de los cinco parques recreacionales que bordean la jurisdicción, cada fin de semana la montaña se hace gente con la visita de caminantes que, buscando mejorar sus condiciones físicas, se olvidan del asfalto y se reconcilian con la naturaleza.
Desde las 6:00 a.m. y hasta las 7:30 a.m., solo los sábados y domingos, está permitido el ingreso al parque Caricuao, un área a la que se accede por el homónimo zoológico, y que tiene un camino de 3,5 kilómetros.
Mucho antes de que se abriera el sendero al público, Nelson Rivero y Víctor Maldonado, residentes de la parroquia desde hace cuatro décadas, ya subían a la montaña. "Cuando se instalaron las torres de electricidad se hicieron los caminos y uno entraba por el zoológico pero no estaba establecida como tal una ruta de excursionismo", recuerda Rivero.
Hace dos años iniciaron, junto a otros colectivos de la parroquia, las gestiones para que el Instituto Nacional de Parques (Inparques) permitiera el acceso al público. En julio de 2012 lograron que cada fin de semana se habilité la entrada administrativa de Inparques en el zoológico de Caricuao -a 50 metros del acceso peatonal- para permitir el ingreso en horario restringido. "Queremos que la actividad crezca pero organizadamente porque hay que mantener el equilibrio ecológico", apunta Maldonado.
Entre 150 y 300 personas suben por día a la montaña que tiene dos caminos: una ruta hacia el manantial de La Tomita y otra que conduce a La Muela, La Teta y La Planicie. Hay una quinta parada conocida como La Antena que colinda con el Parque Universal de La Paz, pero su acceso no está permitido porque los terrenos son zona de seguridad del IVIC.
"Vengo desde hace tres meses y voy hasta La Muela para bajar el estrés. Me gusta mucho" aseveró Yary Araujo. Hacia La Tomita caminaba Maritza Rodríguez, residente de UD7, para participar en la clase sabatina de yoga que se dicta de forma gratuita por iniciativa del colectivo Katafos. "Tengo un año viniendo, la energía aquí es única, el contacto con la naturaleza me encanta", afirmó.
El recorrido se hace con el sol de guía y la brisa dando respiro y se vuelve ameno con los caminantes que, sin conocerse, dan los buenos días. A largo plazo, el propósito es recuperar todos los parques de Caricuao y que cesen las invasiones de áreas verdes en la parroquia ecológica.
En Baruta está El Volcán
Un kilómetro y medio de subidas encuentra el deportista en el cerro El Volcán de Baruta, la montaña más alta del sureste con 1.460 metros.
"Siempre he preferido El Ávila pero los fines de semana va demasiada gente. El Volcán siempre está más despejado y la afluencia en las mañanas es como ir una día de semana a Sabas Nieves", precisa Luis Eleazar Gil, quien conoció el cerro por sugerencia de un amigo.
El camino es de tierra amarilla y varios tramos tienen pinos que circundan un camino utilizado por ciclistas y caminantes. La montaña cuenta con cuatro puntos de ingreso: la Hacienda La Trinidad, detrás de Farmatodo de La Tahona, la urbanización La Boyera y la vía Oripoto, a pocos metros de los Jardines Ecológicos Topotepuy.
La ruta no tiene señalización y en la cima, aunque no hay máquinas ni espacios para tomar agua, el aire puro recompensa el esfuerzo del recorrido.
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