EL UNIVERSAL
domingo 25 de marzo de 2012 12:00 AM
En las instalaciones del Skatepark de Caricuao o en el parque del Este, Pedro Bonilla afina su técnica como malabarista de contacto (Contact Juggling). Luego de nueve años de practicar y enseñar a otros jóvenes lo que significa hacer malabares con bolas de cristal o de colores, recuerda que se interesó por esa disciplina de equilibrio tras asistir a una convención de malabaristas en La Guaira, estado Vargas.
Bonilla también supo de la disciplina, que requiere de muchos ejercicios de agilidad, tras observar la película Laberinto, donde el artista David Bowie realiza el malabarismo, pero las esferas eran manipuladas en realidad por el pionero de esa disciplina de contacto Michael Moschen.
En 2003 Bonilla compró su primera bola de contacto a un malabarista extranjero que los visitaba en la Universidad Central de Venezuela, espacios donde hubo mucho interés por la disciplina y se enseñaba parte de sus técnicas.
"Luego me toco ser autodidacta y hoy me reúno con cuatro amigos en Caricuao y otros sectores de Caracas para mejorar nuestras técnicas y enseñar a otros jóvenes en el Parque del Este, donde tengo a seis alumnos que ven clases tres horas diarias durante una semana", relata.
El malabarismo de contacto puede practicarse con bolas plásticas flexibles, o de cristal trabajadas con acrílicos y resinas. En el país hay empresas dedicadas a fabricarlas y venderlas a precios accesibles.
Michael Sanz, deportista y vecino de Los Dos Caminos, afirma que el malabarismo de contacto puede ser usado como técnica de relajación en una Caracas llena de colas, tráfico y mucha inseguridad. En tanto, Bonilla resalta que para hacer malabarismo de contacto se requieren de tres técnicas específicas, el rodaje de la pelota solo en la mano (Palma Spinning), el uso de más de dos esferas (Body Rolling), y la técnica de aislamiento o insolación, que significa mantener la bola en un punto fijo.
"En esta última técnica el malabarista puede mover el cuerpo o realizar las pantominas que desee", indica Bonilla.
Sanz por su parte usa el malabarismo de contacto para crear ilusiones ópticas. "Asisto siempre a convenciones de circo en la ciudad para intercambiar conocimientos con más de 100 caraqueños".
El arte del malabar de contacto que comparte Bonilla con amigos y vecinos de la parroquia Caricuao en el recién inaugurado Skatepark le sirve para mantener su agilidad mental y concentración.
Allí hace sus ejercicios con distintas esferas en medio de jóvenes que se interesan por la disciplina o se lanzan en patinetas por las distintas bateas del parque extremo.
"Muchos vecinos aprenden la técnica para relajarse o aplicarlas a sus actuaciones teatrales. Integrantes de circos u otros deportes también lo usan para ejercitarse", destaca Bonilla.
Su constancia lo ha llevado a participar en el Festival Improvisto de Chacao, en presentaciones del Circo del Sur en Los Teques (Miranda) y en escuelas de Neo Dance en Parque Central. Para contactos ubique la cuenta en Facebook: Pedro Lenin Bonilla Boada. El malabarista insta al Ejecutivo a que construya la primera escuela para ese arte en Caracas.
Link original --- http://www.eluniversal.com/caracas/120325/malabarismo-de-contacto-se-practica-y-ensena-en-la-ciudad
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