En Telares deben pagar 15 bolívares por pipote de agua

Diez barrios afectados por colapso de la vía principal hace dos semanas

foto; Estelinyer Delgado

JAVIER BRASSESCO

EL UNIVERSAL

jueves 6 de enero de 2011 12:00 AM

Los diez barrios que existen en Telares de Palo Grande (parroquia Caricuao) no solo sufren por el colapso de su única vía de acceso desde el 25 de diciembre, sino que los derrumbes dejaron a toda la zona sin agua desde entonces.

Debido al peligro que aun representa esta montaña, las estaciones de bombeo no han podido ponerse en marcha: la mínima vibración podría ocasionar más catástofres aparte de las doce viviendas que se vinieron abajo y las sesenta que quedaron en riesgo.

Ya sin necesidad de vibraciones y sin que cayeran grandes lluvias, ayer en la madrugada se desplomó otro pedazo de la montaña sobre la vía, y una estación de rebombeo de Hidrocapital quedó desparramada en la carretera. Este derrumbe dejó sin agua al único sector de toda esta zona que aún gozaba del servicio: el callejón Sucre.

Los vecinos se han visto obligados a buscar el líquido en unos manantiales de Altos de Pipe, kilómetro y medio arriba, solo que tienen que pagarla a quince bolívares el pipote. Los habitantes de ese sector han privatizado en la práctica el agua que viene de la montaña, y no solo cobran para llenar los recipientes, sino que también ofrecen servicio de transporte.

Eduardo Barrios comenta que pasó todo el martes cargando agua desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde, y pidió a las autoridades que por favor envíen cisternas. ïmber Méndez, por su parte, cuenta que el problema es que la necesidad de agua es tan grande que las pocas cisternas que han ido hasta allí han sido secuestradas. Por eso, afirmó que la propia comunidad custodiaría las cuatro cisternas de 33 mil litros que la alcaldía Metropolitana se ofreció a llevarles hoy.

Precisamente la inseguridad es hoy otro de los grandes problemas de esta zona, y además de agua, los vecinos también estarían muy contentos si se enviaran policías.

Mientras tanto, el estado de la vía es tal que las autoridades decidieron que no tiene arreglo y que deberán hacer otra. Yeibis Hernández contó que a ese acuerdo se llegó en unas reuniones en el Ministerio de Ciencia y Tecnología: "Ellos mismos dijeron que esto es irrecuperable". Sin embargo, no existe, que se sepa, una fecha siquiera tentativa para comenzar esta nueva carretera, para la cual habrá que derribar unas diez casas que ya han sido desalojadas.

La comunidad no ha estado en ningún momento incomunicada gracias a que la empresa textil Telares de Palo Grande cedió parte de sus terrenos para el paso vehicular y peatonal. La empresa también ofreció un espacio para reubicar la estación de rebombeo que ayer se desplomó.

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