martes, 20 de septiembre de 2011

"Una ciudad ecológica necesita más que un decreto"



Si un color ha caracterizado a Caricuao es el verde. Sus llamativas montañas, variedad de vegetación y designación como única parroquia ecológica del país, en septiembre de 2009, pudieran enorgullecer a sus habitantes. Sin embargo, los meritos parecieran desvanecerse ante los problemas comunes de la ciudad. "Aunque tenemos propuestas de trabajo para mejorar, no se han cristalizado. Son diversas las situaciones que socavan nuestras zonas verdes, pero destacan las invasiones y el descuido", afirma Jorge Mújica, miembro del consejo comunal Caricuar. La ausencia de una ordenanza ambiental dejó a la parroquia solamente con el calificativo de ecológica, según vecinos. Diego Díaz, director general de la ONG Vitalis, expone los indicadores que otorgan el estatus de ecológica a una ciudad: "No depende únicamente de poseer grandes extensiones de áreas verdes. El control sobre residuos y desechos sólidos, uso de la energía renovable, disminución de emisiones de gases, entre otros, cuentan al momento de designar a una ciudad como ecológica". Hace dos años el Concejo Municipal Libertador decretó a Caricuao parroquia ecológica, no obstante son imperceptibles los avances en materia ambiental. En algunas zonas boscosas del sector UD−4, por ejemplo, sobresalen montones de desechos sólidos. "Es inconsciencia. Olvidan que tenemos un pulmón y que al dejar grandes cantidades de basura en el monte obvian la posibilidad de que ocurran incendios", expresa Mariana Hernández, que habita en la zona. Los terrenos deforestados también opacan el paisaje. Son producto de las invasiones que han ascendido en los últimos años, según vecinos. "Vienen de La Vega y se extienden al parque Leonardo Ruiz Pineda. Podríamos observar allí alrededor de 70 u 80 construcciones ilegales de casas. Eso se ha hecho de manera paulatina desde 2006, aproximadamente. Hemos intentado impedirlo, pero no se ha podido evitar. Las denuncias no son tomadas en cuenta por las autoridades", agrega Mújica. Además de Leonardo Ruiz Pineda, en Caricuao ­que tiene cerca de 25 kilómetros cuadrados­ hay otros pulmones vegetales como los parques Vicente Emilio Sojo, Zoológico de Caricuao y Universal de La Paz. "Trabajar con la gente". A la parroquia le falta trabajar en el componente humano para denominarla ecológica, dice Diego Díaz: "Sabemos que los vecinos tienen vocación conservacionista. Allí se encuentra el parque Universal de la Paz. Sin embargo, en la aplicación de programas y en las acciones no se observan progresos" Pedro Emilio Castillo, que habita en la UD−5, recuerda que Jackeline Faría, jefa del Gobierno del Distrito Capital, prometió limpiar el sector. "Quisiéramos que cumpliera con nosotros. Hay que trabajar con la gente, especialmente en el tema de la sensibilización". En la UD−3, donde está la plaza Bolívar, se construyó un parque para patineteros. Son más reducidas las áreas verdes en esa zona. Los vecinos reclaman que la delincuencia también atenta contra la vegetación. "Creo que Caricuao dejó de ser ecológica para convertirse en `alcohológica". A toda hora se consumen bebidas alcohólicas. Algunas personas se embriagan y suelen dañar árboles", cuenta Álvaro Hernández, que vive desde hace 30 años en la parroquia.

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